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noviembre 22, 2021Los gatos sienten frío al igual que cualquier otro animal, seres humanos incluidos. La diferencia se encuentra en que nosotros podemos poner el remedio y abrigarnos cuando tenemos frío, pero los animales no tienen otra opción. De hecho, los gatos son más sensibles al frío que otros animales, como los perros, puesto que su capa de pelo es mucho menos densa en general, y casi nunca se presenta en dos capas para una mayor protección. Esto significa que los cambios de temperatura son mucho más bruscos en nuestros compañeros felinos, y que hay que tener un especial cuidado para proteger su salud.
Y es que no es extraño ver a un gato resfriado a causa de la exposición al frío. Por eso, si vives con un gato, deberás asegurarte de que la temperatura del interior de la vivienda es siempre la adecuada, y que no baja demasiado cuando el minino se queda solo. Esto es especialmente importante cuando se convive con razas que carecen de pelo, como el sphynx o el peterbald. Y también con otras razas que tienen un manto muy fino y corto, como el siamés.
¿Cómo saber si mi gato tiene frío?
Hay algunas pautas que puedes observar para saber si tu gato tiene frío y evitar que llegue a resfriarse. Por ejemplo, los gatos soportan muy bien el calor y tienden a buscar espacios cálidos, pero si es algo demasiado frecuente, quizá la casa no esté a la temperatura adecuada para él.
También es posible que tu gato presente otros síntomas a causa del frío, como dolor en las articulaciones o falta de actividad. Incluso puede llegar a mostrarse más arisco por la incomodidad. Para darte cuenta de todo esto, es necesario que prestes atención a tu animal, porque la forma de comunicarse contigo es a través de sus actos.
También es común que reaccionen al frío buscando lugares, posiblemente estrechos y mullidos, para enroscarse. Con esta postura de descanso, que le permite incluso esconder las patas y el hocico en el pelo, el gato consigue exponer la menor superficie posible a las bajas temperaturas externas y preserva así su calor corporal. Para protegerse de las bajas temperaturas también va bien ponerse debajo de una manta o dentro de una caja de cartón o de un armario, donde habrá que ir a buscar el gato, si en días de mucho frío, el gato no aparece por ningún lado.
Además, cuando el gato está inactivo y la temperatura ambiental es baja, al tocarle la punta de las orejas, las almohadillas y la extremidad de la cola nos daremos cuenta de que las tiene más frías de lo habitual. Este cambio en la temperatura superficial del gato es la consecuencia de la disminución del flujo de sangre en las partes más periféricas y superficiales del cuerpo del animal que ocurre cuando fuera hace frío. Es un mecanismo independiente de la voluntad del gato que ayuda a reducir la dispersión de calor y a preservar la temperatura en el interior del cuerpo.
Arena para Gatos
¿Cómo proteger a un gato del frío?
Proteger a tu gato del frío no es tan complicado. Lo primero que debes hacer es procurar que siempre tenga un lugar cálido y confortable donde descansar. Además, es aconsejable que mantengas la vivienda a una temperatura constante, sin altibajos, que pueden poner en riesgo la salud de tu mascota. Y no olvides ofrecerle una buena alimentación para que tenga todos los nutrientes adecuados para combatir el frío.
Dato curioso de los gatos y el frío
Algunos gatos, como los de raza Siamés, tienen una coloración peculiar llamada “colour point” y caracterizada por la presencia de un color oscuro en el hocico, punta de las orejas, extremidad de las patas y punta de la cola, mientras que el resto del cuerpo es de color más claro. Las zonas oscuras corresponden a las zonas más frías del cuerpo y justamente por esto adquieren este color. En estos gatos, el enzima responsable de la formación de la melanina (el pigmento oscuro de la piel y pelo) es sensible a la temperatura, con lo cual no funciona a la temperatura corporal normal de un gato, pero sí funciona en las partes frías.
Esta peculiaridad hace que los gatos “colour point” puedan cambiar de color dependiendo de la temperatura ambiental a la que están expuestos: si hace mucho frío, el pelo crecerá oscuro también en las partes del cuerpo normalmente más claras. Eso sí, estos cambios de color no son inmediatos sino que dependen del ciclo de renovación del pelo (el color del pelo se determina en su fase de crecimiento). Así que ver un gato “colour point” muy oscuro incluso en las partes que normalmente son claras no quiere decir que tenga frío en aquel momento pero sí sugiere que ha sido expuesto a temperaturas externas frías durante un periodo de tiempo prolongado.
Fuentes:
https://www.trueinstinct.com/es/consejos-perros-gatos/como-saber-si-mi-gato-tiene-fri o
https://demascotas.info/razas/gatos/como-saber-si-un-gato-tiene-frio /