A veces no sabemos cómo ni cuándo, pero también hay que regar durante el invierno.
Durante esta estación del año hay personas que descuidan los cuidados de sus plantas, tanto de interior como de exterior. En ocasiones, creen que han muerto, por entrar estas en un periodo de latencia o hibernación. El frío y el hecho de que oscurezca mucho antes, nos hace prestar menos atención a terrazas y jardines. Ya no pasamos tanto tiempo disfrutando del aire libre, pero no debemos olvidar nuestras plantas.
En el exterior, lo más importante es controlar lluvias y heladas.
Si nos encontramos en un territorio donde las lluvias son frecuentes, no hace falta regar durante el invierno. Ocurre igual en lugares donde la niebla es frecuente, ya que las plantas absorben de ella la humedad que necesitan.
En lugares donde apenas llueve durante el invierno, lo más importante es tener cuidado con las heladas. No se puede regar mientras la tierra o la propia planta esté escarchada o helada. Habrá que esperar a las horas del día más cálidas y utilizar el riego por aspersión o por goteo. Si es posible, es mejor hacerlo con agua templada. La frecuencia del riego también se alarga a una vez por mes.
En el interior, es fundamental controlar la temperatura.
Si en tu casa la calefacción es superior a los 20 grados, también tendrás que regar durante el invierno. Riega con regadera, sin encharcar la maceta, únicamente cuando el sustrato esté completamente seco. Lo normal es hacerlo cada 12 o 14 días.
Procura vigilar las plantas tropicales, que siempre necesitan humedad. Con la calefacción, es interesante pulverizarlas de vez en cuando.