La duda de cómo recuperar una planta con exceso de agua es más habitual de lo que parece. Y es lógico. No hay amante de la jardinería que, en alguna ocasión, no haya caído en el mal vicio de regar de más. Algo que no solo sucede en jardineros novatos que se inician en el mundo de las plantas. También puede ser un fallo en jardineros más duchos que caen en uno de los errores al cuidar plantas típicos: no conocer las necesidades de una determinada especie.
La generosidad es una de las características del jardinero. Algo que nos empuja a añadir un poco más de todo en los cuidados de nuestras plantas. Y no: no es una buena idea. De hecho, en lo que respecta al riego, es infinitamente mejor quedarse corto que excederse. Que nuestra planta pase un poco de sed tiene una solución más sencilla que recuperar una planta con exceso de agua.
Evitémonos el disgusto. Porque, a pesar de que recuperar una planta con exceso de agua es posible, no siempre surte efecto. Hay especies vegetales a las que el encharcamiento, así sea momentáneo, les pasa una factura demasiado alta. Mejor prevenir que curar, no cabe duda.
Antes de saber cómo identificar un exceso de agua en una planta, es importante comprender los efectos que éste tiene. Porque ¿cómo es posible que el agua de más sea tan mala? Pues bien. Comprenderlo pasa por saber que las raíces también necesitan respirar. Cuando regamos de más, nuestra planta no puede intercambiar gases correctamente. Y no solo eso: tampoco puede absorber nutrientes. Es lo que se denomina asfixia radicular.
Pero no es el único efecto que el riego de más tiene en nuestra planta. Como consecuencia del exceso de agua y la falta de oxigenación, las raíces pueden verse afectadas por hongos. Unos que nos pueden complicar mucho la vida, y complicar de paso el poder recuperar una planta con exceso de riego. Y no porque los fungicidas no hagan su labor, aunque para actuar necesiten tiempo y constancia. Más bien el problema estriba en que su detección, muchas veces, es tardía. Y, como consecuencia, para cuando queremos tomar cartas en el asunto la planta ya está muy perjudicada.
El punto de partida para poner en marcha todas las labores de jardinería posibles para recuperar una planta con exceso de agua es saber si ésta está sufriendo. Algo que se manifestará de distintas maneras, y que necesita de nuestra observación. El tiempo es un factor definitivo a la hora de recuperar una planta con exceso de agua. De manera que, cuanto antes pongamos remedio, mejor que mejor.
Algunos de los síntomas que podemos detectar en plantas sometidas a un riego excesivo son:
Curiosamente, estos síntomas se confunden muchas veces con los de la falta de agua. Algo que suele impulsarnos, como jardineros, a regar nuevamente acrecentando el problema. Si es nuestro caso ¡regaderas quietas! Antes de volver a regar, nada como comprobar el estado de la tierra. Y no hablamos de la capa superficial sino, más bien, de las profundas. Saber en qué punto de humedad está pasa por emplear nuestras manos. Si al introducir un dedo entre cinco y siete centímetros en el sustrato la tierra húmeda se adhiere, estamos ante un caso de exceso de agua.
Evaluada nuestra planta y detectada la humedad de más, es momento de pasar a la acción. Recuperar una planta con exceso de riego no es una tarea complicada. Pero no nos vamos a engañar: no siempre es posible. En ocasiones, la planta ya está muy afectada o pertenece a una especie vegetal muy sensible al encharcamiento. Para evitar cualquier frustración no está de más saber que es posible que, por más empeño que pongamos, en ocasiones habremos llegado demasiado tarde.
Veamos, paso a paso, qué labores hemos de realizar para tratar de poner a salvo nuestra planta.
La prioridad a la hora de recuperar una planta con exceso de riego es quitarle la humedad de más. Para ello, lo primero que debemos hacer es sacarla de su maceta y, con sumo cuidado, retirar el sustrato empapado adherido a las raíces para no dañarlas más. La intención es que, al retirar todo el foco de humedad, nuestra planta pueda respirar.
Para que lo haga en condiciones, lo ideal es que esté un periodo breve de tiempo secando. Bastará con tenerla al aire entre 12 horas o, si está muy empapada, un día.
El momento de la verdad. Ese del que, en realidad, depende la supervivencia de nuestra planta y el éxito de nuestras tareas de jardinería. Como decíamos, las damnificadas por el exceso de agua son siempre las raíces. Por eso, antes de continuar, tenemos que ver en qué punto están. Si las raíces están blancas, están sanas. Si nos encontramos con raíces negras o que han comenzado a pudrirse, lo mejor es podarlas. De esta forma, estaremos saneándolas antes de volver a plantar.
Un consejo: si vamos a volver a plantar en la misma maceta, importante desinfectarla. Bastará con lavarla a fondo con alcohol o lejía. De esta manera, los hongos que pudiera haber desaparecerán.
Aunque veamos las raíces con buen color y aspecto, los hongos ya han podido hacer acto de presencia. Quizás sus efectos todavía no son visibles pero, también quizás, es más que probable que estén ya en las raíces sanas.La buena salud de las raíces es vital para recuperar una planta con exceso de agua.
Para procurar que no las afecten, lo ideal es aplicarle a las raíces una buena dosis de fungicida. Gracias a este tipo de producto, nuestras raíces estarán preparadas para luchar contra esos enemigos invisibles a nuestros ojos que se aprovechan de los excesos de agua.
Recuperar una planta con exceso de agua es un «volver a empezar» en toda regla. Una forma de reiniciar su cultivo pero, también, de ofrecerle un espacio para crecer rico en nutrientes y con el suelo adecuado. Porque ese es, precisamente, otro de los problemas del riego de más: el apelmazamiento del suelo. Un estado que impide a las raíces crecer en condiciones pero, también, absorber lo que necesitan para el desarrollo de la planta.
Un sustrato nuevo y adecuado al tipo de planta nos ayudará a recuperar una planta con exceso de agua. Te recomendamos el uso de Tierra Preparada para Macetas Garden’s, este sustrato contiene una mezcla de tierras, fibras de coco y acondicionadores naturales, lo cual ayuda a tener un suelo rico en nutrientes y a favorecer el crecimiento de las raíces,
Pero no nos precipitemos. Porque tan importante como utilizar el sustrato adecuado para cada tipo de planta es crearle, previamente, un buen drenaje. Gracias a él, estaremos ayudando a nuestra planta a evacuar el sobrante de riego. Y no solo en este momento delicado de su vida, en el que su salud se ve comprometida. A medio plazo, un buen drenaje permitirá corregir esos riegos de más que a veces cometemos.
Por si se nos había pasado por la cabeza, no: no es buena idea abonar en este momento. Cuando nos ponemos a recuperar una planta con exceso de agua, creemos que cuanto más mejor. Y, en lo que respecta a abonos y fertilizantes, ese gesto generoso puede ser contraproducente. Las raíces están sumamente sensibles y no están capacitadas para absorber de súbito tantos nutrientes. Es más: de aplicarlo ahora, lo más fácil es que se quemen. Y entonces sí que todas nuestras tareas por recuperar nuestra planta se habrán ido al traste. Solo podremos abonar cuando veamos que nuestra planta ha comenzado a crear y sacar adelante nuevos brotes.
La pregunta del millón tras recuperar una planta con exceso de riego: ¿cuándo volvemos a regar? Un miedo lógico que tiene sencilla respuesta. En líneas generales, los sustratos nuevos son sumamente hidratantes. Un buen motivo para espaciar el próximo riego hasta ver que la capa superficial está seca. Será entonces y solo entonces cuando podremos volver a regar.
Si hace mucho calor, siempre podemos pulverizar ligeramente las hojas para que no se deshidraten.