Cuando vas investigando más, cuando te vas adentrando cada vez más en un mundo tan fascinante como lo es el de la botánica, descubres que las plantas que alguna vez has visto en los viveros o en los jardines de tu zona son sólo unas de las poquísimas que pueden adaptarse al clima de tu zona. Sí, sí, hay muchas especies que, si les pones el sustrato adecuado pueden estar de maravilla, aunque también es cierto que seguramente no podrás plantarlas en tu terreno.
Son plantas difíciles de cuidar, no aptas para principiantes, que exigen una serie de cuidados y atenciones para poder estar sanas. Hay varias más de las que cabría esperar. Nosotros hemos seleccionado estas, a ver qué te parecen.
Antes de entrar en materia, es importante decirte que cualquier planta puede ser difícil de cuidar si se cultiva en una zona donde la temperatura, la humedad y/o la tierra no es la adecuada para que pueda subsistir. Así, hasta un olmo, que es un árbol muy resistente tendría muchos problemas para crecer correctamente en un clima tropical. ¿Por qué? Porque precisamente necesita pasar frío en otoño y en invierno; de lo contrario, se debilitaría y acabaría muriendo.
Teniendo esto en cuenta, te vamos a decir las plantas que suelen causar más de un quebradero de cabeza a los aficionados (y expertos) de las jardinería.
La Alocasia, conocida también como Oreja de Elefante, es una planta herbácea perenne tan bonita que somos muchos los que alguna vez la hemos adquirido para decorar el interior de una habitación. Sin embargo, no es nada fácil mantenerla. Necesita riegos muy seguidos, una alta humedad ambiental, y espacio para sus raíces las cuales, si bien no son invasivas, a medida que la planta se desarrolla va necesitando una maceta cada vez más grande.
No es apta para tener en el jardín, a menos que la temperatura mínima se mantenga siempre por encima de los 10ºC y se plante en semisombra.
Si vives en un clima con temperaturas suaves en verano y frías en invierno, con el arce japonés no vas a tener ningún problema. Pero si por el contrario estás en una zona donde hace mucha calor varios meses al año y no se registran heladas importantes, lo vas a tener muy complicado. Si tú, como yo, te encuentras en esta situación, no te preocupes demasiado: colócalo en el exterior, en semisombra, y ponle un sustrato que drene MUY bien, como por ejemplo akadama sola o mezclada con kyriuzuna al 30%.
Riégalo cada 2 o 3 días en la época de más calor, y cada 5-6 días el resto del año con agua de lluvia o acidificada (diluye el líquido de medio limón en 1 litro de agua). No te olvides de abonarlo con abono para plantas ácidas desde primavera hasta comienzos de otoño.
Las begonias son unas plantitas que, si bien no crecen más que unos 50 centímetros dependiendo de la variedad, si se tienen en interior son muchas que lo pasan realmente mal. Las corrientes de aire y, sobretodo, el exceso de riego las debilita rápidamente, y es que al ser tropicales no son capaces de soportar ni un poco de frío.
Por lo tanto, si te animas a adquirir un ejemplar, colócalo en una habitación muy luminosa, sin corrientes de aire, y riégala sólo cuando veas que la tierra está seca. Para saberlo, simplemente tienes que pesar la maceta una vez regada y de nuevo al cabo de unos días. La diferencia de peso puede servirte de guía para saber cuándo toca regar. Utiliza agua sin cal, y quítale el agua que sobre del plato o bandeja a los diez minutos de haber regado. Además, es muy aconsejable abonarla con abonos líquidos universales en primavera y verano siguiendo las indicaciones especificadas en el envase.
Los bonsáis son árboles o arbustos en miniatura que crecen en bandejas de muy poca altura. Son, con diferencia, una de las plantas comunes más difíciles de cuidar. Aunque no son capaces de hablar, les exigen mucho a su cuidador. Los riegos, los abonados, las podas, los alambrados, la prevención de plagas y los trasplantes se tienen que hacer a su debido tiempo, de lo contrario las hojas empezarán a caer, poniendo en peligro la salud y la vida del bonsái.
Por este motivo, se suele decir que no son plantas para todo el mundo. Sólo aquellos que tengan la suficiente paciencia y el respeto por la planta que está trabajando podrá crear auténticas maravillas. Si necesitas más información sobre el tema, haz clic aquí.
Los helechos son plantas que se llevan utilizando desde hace muchos años como planta de interior en los climas templados-fríos, y de exterior en sombra en los cálidos. Se encuentran de forma natural en los bosques y selvas tropicales, donde tienen una alta humedad ambiental y sombra. Cuando se cultivan tenemos que saber que necesitan un sustrato que tenga buen drenaje, pero que además sean ricos en materia orgánica. Una mezcla muy interesante es la siguiente: 60% mantillo o compost + 30% perlita + 10% fibra de coco.
La frecuencia de riego tiene que ser alta, especialmente en verano. Usaremos agua de lluvia o sin cal y regaremos intentando evitar que la tierra quede seca mucho tiempo, pues no resisten la sequía. Asimismo, una vez al mes podremos abonarlos con guano (líquido) con el fin de que tengan un óptimo desarrollo y lleguen al invierno con la suficiente energía para poder superarlo.
Si lo que buscamos es una orquídea que sea muy, muy difícil de cuidar, entonces podremos hablar de la Caleana major. Conocida como orquídea Pato volador, es una especie originaria de Australia. Es terrestre, y muy pequeña: su única hoja mide unos 25cm y su vara floral sólo alcanza los 40cm. Es muy difícil tenerla, ya que necesita climas templados-fríos y suelos de arena y piedra arenisca, sin olvidarnos de agua de lluvia o sin cal.