Las violetas africanas son unas bonitas plantas que florecen todo el año y que pueden vivir perfectamente en interiores, así como también en jardines sombreados. Podemos encontrarlas de distintos colores: violetas, rosas, azules, rojas, blancas, entre otros; sus hojas y flores destacan por ser aterciopeladas. Estas plantas darán un toque de color a nuestro hogar y serán perfectas con cualquier decoración. Descubre los pasos sobre cómo cuidar una violeta africana.
6. Periódicamente, una o dos veces al mes, deberás fertilizar o abonar estas plantas para que crezcan más sanas y fuertes.
7. Si quieres tener más plantas de violeta africana, además de mediante semillas, puedes reproducirlas por esquejes.
– Mi violeta africana se pudre: esto suele suceder por un exceso de riego. Puedes intentar recuperarla sacando la planta de la maceta y retirando el sustrato mojado, con cuidado de no dañar las raíces. Déjala al aire entre 12 horas y un día y renueva el sustrato.
– No florece: necesita abono. Emplea uno específico para violetas africanas, te recomendamos el uso del Alimento para Violetas Africanas el cual contiene un equilibrio de nutrientes que al usarlo correctamente, podrá obtenerse los mejores resultados en el desarrollo y floración de las plantas.
– Hojas amarillas: la temperatura no es la más adecuada. Muévela a una ubicación más cálida y recuerda no someterla a temperaturas inferiores a 10 °C. Asimismo, espacia más los riegos.
– Manchas amarronadas en las hojas: eso es porque o bien se han mojado o ha sufrido una alta exposición al sol. Cámbiala de ubicación y retira las hojas dañadas.