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agosto 27, 2025Las plantas no pueden decirnos con palabras cuándo necesitan más espacio, pero sí nos envían señales claras. Cambiar de maceta a tiempo puede marcar la diferencia entre una planta sana y una que deja de crecer.

1. Raíces que sobresalen
Si ves raíces saliendo por los orificios de drenaje o asomando por la superficie, tu planta ya está “apretada” en su maceta y necesita más espacio.
2. Crecimiento detenido
Aunque la riegues y fertilices, la planta no produce hojas nuevas o su desarrollo se ha ralentizado. Esto suele pasar cuando las raíces no tienen espacio para seguir creciendo.
3. Hojas amarillas o caída frecuente
El estrés por falta de nutrientes y espacio puede reflejarse en hojas amarillentas, marchitas o que se caen con facilidad.
4. Riego poco efectivo
Si al regar el agua pasa demasiado rápido por la maceta, es probable que las raíces hayan ocupado todo el espacio y la tierra ya no retenga humedad.
5. La maceta está dañada o inestable
Macetas que se agrietan, se deforman o pierden estabilidad indican que la planta ya no cabe en ellas.
¿Cuándo es el mejor momento para trasplantar?
La mayoría de las plantas agradecen un cambio de maceta cada 1-2 años, preferentemente en primavera, cuando su crecimiento está más activo.
Al cambiar de maceta, elige una que sea 2-3 cm más grande que la anterior y usa sustrato fresco. Así tu planta tendrá espacio para crecer y absorber mejor los nutrientes.









