
Acciones simples para reducir tu huella ecológica
septiembre 26, 2025
Huerto medicinal: plantas que alivian resfriados
octubre 24, 2025En medio del ritmo acelerado del día a día, tener un espacio verde donde puedas respirar y reconectar contigo mismo es un verdadero refugio. Un jardín sensorial no solo embellece tu entorno, también activa tus sentidos y te invita a relajarte, disfrutar los aromas, las texturas y los sonidos de la naturaleza.
Diseñarlo no requiere mucho espacio ni grandes gastos; basta con intención, armonía y unas cuantas plantas bien elegidas. Aquí te cuento cómo hacerlo paso a paso.
El lugar perfecto
Tu jardín sensorial puede nacer en cualquier rincón: un patio, una terraza o incluso un grupo de macetas junto a una ventana.e
Elige un sitio con buena luz y, sobre todo, con calma. Un espacio donde puedas sentarte o caminar descalzo, sintiendo el contacto con la tierra o las piedras.
Juega con las texturas
El sentido del tacto es parte esencial de este tipo de jardín.
Combina plantas y materiales que despierten diferentes sensaciones:
● Suaves: lavanda, oreja de cordero.
● Firmes o rugosas: romero, helechos, suculentas.
● Húmedas: musgos o cubresuelos.
También puedes agregar caminos de grava fina, corteza o piedra lisa para estimular la planta de los pies.
Aromas que calman
Nada relaja tanto como un aroma natural. Elige tus plantas según el estado de ánimo que quieras fomentar:
● Relajantes: lavanda, jazmín, manzanilla.
● Energizantes: menta, albahaca, romero.
● Reconfortantes: canela, hierbabuena.
Plántalas cerca del área donde sueles descansar, o colócalas en macetas colgantes para que el viento esparza su fragancia.

Sonidos que armonizan
El sonido también forma parte del descanso. Puedes incluir:
● Una fuente pequeña con agua corriendo.
● Campanas de viento de bambú o metal suave.
● Plantas que se muevan con la brisa, como los pastos ornamentales.
El murmullo del agua o el roce de las hojas te ayudará a crear un ambiente natural y lleno de serenidad.
Colores con intención
Los colores influyen directamente en el estado de ánimo. Combina tonos que transmitan calma y equilibrio:
● Verdes y azules: serenidad y descanso.
● Amarillos y naranjas: alegría y vitalidad.
● Blancos y lilas: limpieza y paz.
Intercala flores, follajes y alturas distintas para lograr un efecto visual armonioso.
Tu rincón de descanso
Agrega una banca, una silla de madera o un tapete natural. Este será tu refugio personal para leer, meditar o simplemente observar cómo cambia la luz sobre las hojas.
Un detalle sencillo, como una taza de té o una vela natural, puede hacer que ese momento se vuelva tu ritual favorito.
Conecta con el momento
El verdadero propósito de un jardín sensorial es ayudarte a vivir el presente. Camina despacio, escucha, huele, toca, respira. Cada planta, cada aroma y cada textura te recordarán que la naturaleza tiene su propio ritmo, y que tú puedes sintonizar con él.
Un jardín sensorial no solo se cuida: se siente. Y al hacerlo, descubres que el bienestar también florece desde adentro.









